lunes, 9 de marzo de 2009

CUANDO LAS HERIDAS SE VUELVEN CICATRICES


Años han pasado para poder notar un cierto grado de madurez en nuestra sociedad, años de histeria colectiva han recorrido los discursos populistas de una mediocre política nacional, que lo único que ha sabido hacer es segregar a nuestra gente para luego utilizarla como peones de su ambicioso juego llamado de distintas formas según el polo político de donde se mire. Me alegro profundamente de que el tiempo actúe cerrando la herida social de nuestro país, la cual creo no se mantiene naturalmente sangrando, si no que es producto de la ambición de muchos políticos sin escrúpulos que ven la desunión de nuestro pueblo como un negocio totalmente rentable para sus fines personales. Hoy, nuestra juventud abre los ojos, mientras ellos pierden su credibilidad, se envejeció su gallina con huevos de oro y pronto se desvanecerá dejando para nosotros el aprendizaje más grande que podemos rescatar de la historia de Chile.

Si nos miramos unos a otros nos daremos cuenta de que no somos tan distintos, si nos damos el tiempo de compartir un par de tertulias con personas fuera de nuestro circulo social o político caeremos en la razón de que buscamos fielmente el mismo objetivo y que irónicamente no podemos subsistir el uno sin el otro. Quizás necesitemos de un Romeo y Julieta modernos para asumir de que no somos dueños de una verdad absoluta, que nuestros errores son compartidos, y que la idea de violentarnos unos a otros no es mas que un efecto del miedo que tenemos a comunicarnos.

Honremos a los caídos, a los que lucharon por la libertad de nuestro pueblo, a los que soñaban con una nación justa y unida en torno a un objetivo común. Honremos a aquellos que entregaron su vida por nuestra generación, a aquellos que el beneficio personal jamás estuvo por encima del bienestar de nuestra gente. Honrémoslos de la manera en que ellos harían su propio tributo, con una nación libre, justa y unida.

Jamás perdamos la memoria, nunca olvidemos nuestros errores, conservemos nuestras cicatrices pero por nada del mundo mantengamos una herida abierta. Es hora de graduar a nuestra generación con honores.
PAZ Y LIBERTAD
LEO
"Hay que unirse no para estar juntos, sino para hacer algo juntos", Charles Louis Secondat.